Territorio
Arcelia Ayup Silveti.
¿De pura casualidad te ha pasado que quieres recordar a la progenitora de Carlos Slim cuando ves la factura de tu celular? Dicen que todas las compañías son iguales, pero la que tiene el mundo en su territorio cuenta con cerca de 71.2 millones de usuarios. Actualmente ese número es superado por mucho con sus competidores. Mayor cantidad de clientes, mayor número de inconformidades. De acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor, el 40 por ciento de las quejas recibidas son de compañías celulares.
Recientemente también he recordado a la progenitora de Carlos Slim. Tengo dos líneas con su compañía y fui víctima de un cobro excesivo indebido. Me facturaron un servicio que no contraté en una línea. En la otra que sí acordé, me lo cobraron pero nunca lo activaron. Qué casualidad. Me bonificaron el cobro menor y el exorbitante simplemente no procedió. Según me informaron en un centro de atención a clientes en Saltillo, Coahuila, claro, después de intentar llamar por móvil varias veces sin resultado, sólo conociendo las opciones y opciones del menú, sin que apareciese la indicada. La primera vez que acudí a exponer la queja me atendieron en dos horas y media. La segunda en 45 minutos.
Seguimos pagando como si tuviésemos un servicio de primer mundo y recibimos un servicio de quinta. En el resto del mundo el tiempo aire no es tan caro como en México. En Latinoamérica figura entre los países con mayor saturación de celulares del universo. Diversos factores nos obligan a contar con un móvil tales como situaciones laborales, el problema de la inseguridad y el mantenerse en constante comunicación con nuestros familiares y amigos. En los últimos 10 años dejó de ser un artículo de lujo exclusivo para la clase media y alta. Ahora lo tienen la gran mayoría. Es cada vez más extraño saber de personas que no cuentan con un celular.
Sin embargo, avanzamos. Algo es algo. El pleno del Senado de la República aprobó modificar la fracción séptima del Artículo 44 de La Ley Federal de Telecomunicaciones para que las compañías de telefonía celular cobren la tarifa por segundos y no por minutos. Seguimos siendo presas cautivas de promociones, ofertas y “oportunidades que no se volverán a repetir”. Generamos riqueza con nuestra aportación mensual del pago de nuestras facturas de nuestros celulares para uno de los hombres más rico del mundo. Solventando, como fue mi caso, en un solo mes lo que pagaría en ocho meses. Sigamos siendo parte del mundo, del territorio Telcel. |